martes, 22 de septiembre de 2009

Cuando la vuelta a casa se torna complicada


En el ascenso a los equipos se les prohíbe ir de visitante gracias a una ridícula decisión por parte de los organismos de seguridad y la intolerancia pasional del hincha argentino, pero el Club Atlético San Telmo también padece desde hace más de tres años la desdicha de no poder hacer de local en su cancha situada en la Isla Maciel.


Comienzo como si fuera un cuento. No quiero hacer el típico orden que lleva una nota. Un gran amigo mío laboral, Cristian De Colbert, no deja ni un segundo de pensar en su querido San Telmo. Comentándole del lanzamiento del blog y tirando un par de proyectos para cubrir el espacio de la pantalla surgió la idea.
El 11 de febrero de 2006 marcó el inicio de lo que hasta hoy es una ardua batalla para todos los hinchas candomberos. Ese partido que debían jugar en el local y Talleres de Remedios de Escalada nunca pudo comenzar gracias a los desmanes entre ambas parcialidades y la inoperancia policial que se hacía presente en el lugar con 15 uniformados, sabiendo que estaban pagos 70 de ellos para prevenir incidentes. Armenio, Laferrere y Huracán, entre otras fueron los posteriores escenarios en los que “Telmo” tuvo que ingeniárselas en cuanto a traslados y costos para que el equipo pueda hacer las veces de local.
La Isla Maciel es un barrio perteneciente al partido de Avellaneda de unos cuatro mil habitantes aproximadamente. No descubro nada si cuento que la pobreza abunda entre los conventillos de chapa y de madera, pero lo que parece no ser descubierto es la posibilidad de que eso no sea motivo de excusa para impedir la presentación del equipo en el “Osvaldo Baletto”.
“La sensación del hincha es de impotencia. Desde la suspensión del estadio deambulamos entre Capital y Gran Buenos Aires por siete canchas distintas y tal cuestión es incómoda, extraña y problemática para la gente”, comenta Ivan Szer, periodista partidario de San Telmo y colaborador en el sector de prensa del club.
“A fines del 2008 se creó la subcomisión del hincha que, gracias a una gran organización se encargó de comenzar las obras que estaban al alcance para darle otro color al estadio. Se hicieron trabajos de limpieza, pintura y electricidad con jornadas que llegaron a durar todo el día con 20 hinchas que se auto convocaban en cada ocasión”, comenta Szer.
San Telmo no solo es preso en el ámbito deportivo, sino también en cuanto a la sensación de pertenencia. Económicamente, la salida a un estadio alquilado provoca una pérdida que la institución no se puede dar el lujo de permitir. Cada fecha que pasa el deseo de volver, por donde se lo mire, se hace desear. Los directivos aún aguardan una visita de inspección por parte del Comite Provincial de Seguridad Deportiva (COPROSEDE) para determinar cuáles son las obras que restan emplearse y los pasos a seguir para el tan ansiado regreso.
“La mayoría de la masa societaria de San Telmo que quiere volver a ser local en La Maciel. La hinchada, los socios, simpatizantes y mismo el equipo tienen otro respaldo y motivación al ser locales en nuestra casa”, finalizó el periodista que protagoniza el programa radial Candombe en Ascenso por AM 1120.
Casi todos los clubes – por no decir todos- han tenido episodios de violencia y pagaron; San Telmo aún lo paga. Muchos equipos del ascenso en Capital y Gran Buenos Aires tienen sus canchas en lugares humildes o “inseguros” como la Isla Maciel; sin embargo San telmo aún no puede volver.


Por Gabriel Nusdeo
Agradecimientos a Iván Szer por el aguante
y a Cristian de Colbert –un amigo-

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